ARTÍCULO
Las claves para ahorrar en tu factura eléctrica empresarial
La electricidad se ha convertido en uno de los costes estratégicos más importantes para cualquier negocio: bares, restaurantes, hoteles, naves industriales, clínicas, gimnasios, oficinas, comercios…
La buena noticia es que no todo depende del precio del kWh. Hay muchas palancas que puedes mover para reducir lo que pagas cada mes.
En este artículo repasamos, de forma clara y práctica, las principales claves para ahorrar en tu factura eléctrica empresarial sin perder comodidad ni seguridad en tus instalaciones.
1. Entender tu factura: el primer paso para ahorrar
Antes de tocar contratos o cambiar equipos, es imprescindible entender de qué se compone la factura:
Término de potencia: lo que pagas por la potencia contratada, aunque no consumas.
Término de energía: lo que pagas por cada kWh consumido.
Peajes y cargos: costes regulados por el uso de las redes y otros conceptos del sistema eléctrico.
Impuestos y otros conceptos: alquiler de contador, servicios adicionales, seguros, etc.
En muchas empresas se repiten dos problemas:
Potencias contratadas muy por encima de lo necesario.
Tarifas y estructuras de precios que no encajan con el patrón real de consumo.
Clave 1: revisa con alguien que sepa leer facturas si tu potencia, tu tarifa de acceso y tu estructura de precios tienen sentido para tu actividad.
2. Ajustar la potencia contratada: el ahorro “invisible” pero recurrente
El término de potencia es un coste fijo: lo pagas todos los meses, uses o no uses la electricidad.
En muchas pymes se contrata “por si acaso”, lo que implica:
Pagar durante años por una potencia que nunca se utiliza.
Asumir un sobrecoste mensual totalmente innecesario.
Pasos básicos:
Solicita a tu distribuidora o comercializadora el histórico de potencias máximas (maxímetros o curvas de carga).
Analiza cuáles han sido las potencias máximas reales en cada periodo horario.
Ajusta las potencias contratadas a valores coherentes, dejando un margen razonable de seguridad.
En negocios con varios puntos de suministro, este ajuste puede suponer cientos o miles de euros de ahorro al año sin cambiar ni un hábito de consumo.
Clave 2: revisa tus potencias al menos una vez al año, sobre todo si has cambiado maquinaria, horarios o has ampliado o reducido actividad.
3. Elegir el tipo de contrato adecuado: fijo, indexado o mixto
No todas las empresas deberían tener el mismo tipo de contrato. A grandes rasgos, existen tres modelos principales:
3.1. Precio fijo
Mismo precio de energía (kWh) durante un periodo (normalmente 1–3 años).
Aporta máxima previsibilidad en el coste eléctrico.
Suele incluir una pequeña prima a cambio de estabilidad.
3.2. Precio indexado al mercado
El precio depende del precio horario del mercado mayorista (pool) más peajes, cargos y un margen comercial.
Permite beneficiarse de las bajadas del mercado.
Hace más visibles las subidas cuando el pool aumenta.
Es interesante si la empresa puede desplazar parte del consumo a horas con precios más bajos.
3.3. Esquemas mixtos
Parte del consumo se contrata a precio fijo y parte a precio indexado.
Combina protección frente a subidas con la posibilidad de aprovechar bajadas del mercado.
Clave 3: elige el modelo de contrato en función de tu perfil de consumo, tu tolerancia al riesgo y tu capacidad de adaptar horarios, no solo por el primer precio llamativo que veas.
4. Analizar el perfil de consumo: el cuándo es casi tan importante como el cuánto
Dos empresas que consumen la misma energía al mes pueden tener facturas muy diferentes si:
Una concentra su consumo en horas punta.
La otra consume más en horas valle o llano.
La herramienta clave son las curvas de carga horaria:
Identificar a qué horas se produce el pico de consumo.
Localizar consumos innecesarios en noches, fines de semana o festivos.
Detectar equipos que podrían funcionar en horarios con energía más barata (cámaras de frío, bombeos, determinados procesos productivos, etc.).
Clave 4: solicita tus curvas de carga a la distribuidora o a la comercializadora y utilízalas para definir tarifas y hábitos de consumo con criterio, no a ojo.
5. Eficiencia energética: atacar los grandes focos de consumo
Una vez optimizado el contrato, el siguiente paso es consumir de forma más eficiente. En la mayoría de negocios hay tres grandes bloques donde actuar:
5.1. Iluminación
Sustituir todas las luminarias posibles por tecnología LED.
Instalar sensores de presencia en zonas de paso (pasillos, almacenes, aseos).
Aprovechar al máximo la luz natural y evitar iluminación innecesaria.
5.2. Climatización
Ajustar termostatos a temperaturas razonables (cada grado de diferencia se nota en la factura).
Mantener equipos y filtros limpios y en buen estado.
Valorar la sustitución de equipos muy antiguos por bombas de calor de alta eficiencia.
5.3. Frío industrial y maquinaria
Revisar el rendimiento de cámaras, vitrinas y equipos de refrigeración.
Renovar equipos obsoletos con consumos muy elevados.
En industria, analizar el sistema de aire comprimido, motores y compresores, que suelen ser grandes consumidores ocultos.
Clave 5: empieza por iluminación, climatización y frío/maquinaria, porque suelen suponer la mayor parte de la factura eléctrica de la empresa.
6. Autoconsumo fotovoltaico: producir tu propia energía
El autoconsumo fotovoltaico se ha convertido en una de las herramientas más efectivas para recortar de forma importante la factura eléctrica empresarial.
El planteamiento es simple:
Instalar placas solares en tejados, cubiertas, aparcamientos o superficies disponibles.
Consumir en primer lugar la energía producida por tus paneles.
Comprar de la red únicamente la energía que falte.
En muchos casos, compensar en factura los excedentes que no puedes consumir en ese momento.
Ventajas principales:
Reducción notable de la compra de energía de la red.
Mejora de la previsibilidad del coste energético a medio plazo.
Refuerzo de la imagen de sostenibilidad y cumplimiento de objetivos ambientales.
Clave 6: si tu empresa tiene superficie disponible y un consumo diurno significativo, solicita un estudio de autoconsumo; suele ser la medida con mayor impacto potencial en el ahorro.
7. Medir, monitorizar y sensibilizar al equipo
Lo que no se mide, no se mejora. Para que el ahorro sea sostenido en el tiempo, es fundamental:
7.1. Monitorización
Instalar sistemas de medición que permitan conocer el consumo en tiempo real o casi real.
Visualizar consumos por zonas, líneas de producción o franjas horarias.
Configurar alertas ante consumos anómalos.
7.2. Cultura interna
Explicar al equipo el coste real de la energía para la empresa.
Implicar a responsables de área y mandos intermedios en el cumplimiento de medidas de ahorro.
Fomentar hábitos como apagar equipos innecesarios, optimizar horarios y reducir consumos residuales.
Clave 7: combina tecnología (datos y monitorización) con trabajo interno de concienciación. Sin cambios de hábitos, la tecnología por sí sola tiene un impacto limitado.
8. Revisar periódicamente el contrato y la situación del mercado
El mercado eléctrico cambia, y la realidad de tu empresa también:
Nuevas máquinas, ampliación de instalaciones, cambios de horario, apertura o cierre de centros.
Cambios en los precios del mercado mayorista, en peajes, cargos o impuestos.
Es recomendable:
Revisar las condiciones del contrato al menos una vez al año.
Comparar lo que estás pagando con las opciones disponibles en el mercado para un perfil como el tuyo.
Ajustar potencias, tarifas o el tipo de precio (fijo, indexado, mixto) cuando tu actividad o el contexto cambien de forma relevante.
Clave 8: no firmes y te olvides. Trata la energía como una partida clave de la estrategia financiera de la empresa.
9. Aprovechar ayudas y deducciones para invertir mejor
En muchos casos existen:
Subvenciones para proyectos de eficiencia energética y autoconsumo.
Programas de apoyo a la renovación de equipos de climatización, iluminación o procesos.
Deducciones fiscales por inversiones en energías renovables o mejoras de eficiencia.
Aunque las condiciones varían con el tiempo, suele ser interesante:
Revisar convocatorias autonómicas y estatales.
Consultar posibles incentivos ligados a fondos europeos o planes sectoriales.
Integrar estas ayudas en el análisis del retorno de la inversión.
Clave 9: cuando estudies una inversión en eficiencia o autoconsumo, incluye en el análisis las ayudas disponibles para acortar el plazo de amortización.
10. Resumen: las claves para ahorrar de verdad en la factura eléctrica de tu empresa
En resumen, las principales claves para reducir el coste eléctrico empresarial son:
Entender la factura y saber exactamente qué se está pagando.
Ajustar la potencia contratada y revisar la tarifa de acceso.
Elegir entre precio fijo, indexado o mixto según el perfil de consumo y el riesgo asumible.
Analizar no solo cuánto consumes, sino cuándo lo haces.
Actuar sobre los grandes focos de consumo: iluminación, climatización y frío/maquinaria.
Valorar el autoconsumo fotovoltaico si existe superficie disponible y consumo diurno relevante.
Medir y monitorizar el consumo, apoyándose en sistemas de gestión energética.
Revisar periódicamente el contrato y las condiciones de mercado.
Aprovechar ayudas y deducciones para mejorar el retorno de las inversiones en eficiencia.
Una Empresa Moderna de Luz y Gas, con un Equipo dispuesto a abrirse camino, que viene a quedarse.
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